jueves, 23 de septiembre de 2010

OPACIDADES: PEDAGOGICAS

La memoria: entre la rememoración y el olvido.
De José Martin García Hernández.
En el texto que se presenta a continuación se retoma de la exposición de los compañeros, Ricardo Saldivar Quezada y Heriberto Martínez Hernández; los cuales cursan la maestría en ciencias de la educación campus Jerez, el texto se centra en la relación entre la epistemología y la pedagogía, y por tal es indispensable comprender ambos campos por lo que se empieza por cuestionarse ¿hay una epistemología y una pedagogía constituidas? Ante esta cuestión surgen una serie de controversias filosóficas y una incapacidad para dar respuestas, por lo que el esfuerzo cartesiano pudiera ser reconocido como el primero de la modernidad que intenta establecer el carácter indudable del juicio en un conocimiento que no tenga controversias, apoyándose en una evidencia, en una verdad.
Por lo que el autor de texto cita la obra de Kant la crítica de la razón pura (1986). Así, dos puntos de referencia se establecen como asiento de nuestra observación, por un lado la invitación kantiana, y dos, la historicidad de ambos campos.
“En el ámbito de los estudios pedagógicos, campo en el que la polémica en torno a su cientificidad está siempre presente, dicha controversia sólo en ciertos momentos ha generado algunos espacios de discusión” (Bartomeu et al., 1996:11).
Respecto al drama de la pedagogía, y subrayando que los autores “perciben” como digno de debate la cuestión de la cientificidad de la pedagogía, ven con naturalidad realizarla al interior del propio discurso pedagógico, puesto que el campo donde desarrollan su trabajo es el de la frontera entre la epistemología y la pedagogía.
“Recurriendo a una analogía podemos expresar que la polémica alrededor de la cientificidad de los estudios pedagógicos constituye el fondo del escenario en el que se desenvuelven las comedias y dramas pedagógicos, como por ejemplo, diseños de planes de estudio, opciones por un determinado enfoque en investigación educativa, elección de temas o problemas sobre los cuales trabajar o investigar, análisis de ciertas propuestas o modelos pedagógicos, entre otros” (Bartomeu et al., 1996).
Los autores proponen su contribución al debate desde una “epistemología pedagógica en el sentido de filosofía de la ciencia especializada” (Bartomeu et al., 1996:12). Precisando, en la introducción se lee:
“…nos proponemos profundizar en la polémica epistemológica de los discursos educativos a fin de destacar sus posibilidades de concreción como epistemología especializada o regional, cuando el terreno objeto de tratamiento epistemológico es un discutido dominio con pretensiones de cientificidad y que, además se caracteriza por su naturaleza dual, explicativa-normativa.” (Bartomeu et al., 1996:13).
El sentido del texto apunta más bien a que la discusión sobre la cientificidad de la pedagogía sólo involucra la idea de una epistemología en tanto regional o especializada, esto es, se define un ámbito, quedando presupuesto lo sustancial, la epistemología propiamente dicha.
Bajo la proposición de una epistemología especializada el propósito de los autores es profundizar en la polémica epistemológica de los discursos educativos.
Si nos apoyamos en la constante del estatuto de la pedagogía como elemento epistemológico a discutir en el campo pedagógico, va configurándose y reafirmándose la idea de que el problema epistemológico en pedagogía es la discusión de su calidad científica, que en cierto modo es un asunto de normatividades y de taxonomías, algo que niegan los autores.
Para la relación de la epistemología con la pedagogía ofrecen los autores, en el mismo capítulo, una serie de observaciones realizadas al interior de los “discursos pedagógicos”, en los cuales detectan una constante: para el pedagogo actual la preocupación por la epistemología es acuciante. Algunos pedagogos como García Carrasco, sostienen que “el meollo del problema de la cientificidad de la pedagogía reside, ni más ni menos, en el objeto propio de esta área de conocimiento” (Bartomeu et al., 1996), lo que podría conducir a entender, según la percepción de los autores, que el problema epistemológico en la pedagogía es la identificación del objeto de estudio.
Con este recorrido, señalando que su revisión insiste en mostrar la diversidad antes que el devenir histórico, los autores han presentado, a su decir, la problemática epistemológica en pedagogía a partir de cuatro grandes sentidos derivados de los planteamientos pedagógicos revisados, a saber: “la extrapolación, la exterioridad jerárquica, la identidad epistemología-ciencia, y la identidad objeto de estudio-epistemología” (Bartomeu et al., 1996, Cap.I).

Para entender el termino de pedagogía también sería necesario adentrarse al termino de educación Planchard (1986): se hace la pregunta ¿Qué es la educación? Por lo que señala que etimológicamente educar (e-ducere) es modificar en un sentido determinado, es conducir. Adoptando el término de educabilidad, lo que es referente a la virtualidad humana de preservar en el ser. A la vez señala que es una actividad sistemática ejercida por los adultos sobre los niños y los adolescentes, con el fin de prepararlos para la vida en un medio determinado.

Fernández (1999) indica que las potencialidades del hombre, se van desarrollando en tanto persona individual e integrante de una comunidad cultural y social, que está sujeta a la compleja diversidad que caracteriza el tránsito de la sociedad.
Por su parte Follari (1990) se cuestiona ¿es la discusión sobre su problemática epistemológica un mero problema de status, o, como afirma Stouvenel (1998), un asunto puramente económico o de distribución de puestos de trabajo?
Los que relativizan su carácter científico dicen que ésta se basa sobre investigaciones de otras "ciencias", pero en la comparación con las ciencias fácticas, de indudable naturaleza "científica", hemos visto que esto no es un impedimento. Y también podemos afirmar que aquellos que plantean que son muchas las disciplinas que se ocupan de aspectos relativos a la educación, restándole así validez a la pedagogía, se han quedado con los ideales "positivistas" del modernismo.
No es como afirma Fernández (op. cit.), que la biología, fisiología, psicología, sociología, historia, etc. son "ciencias de la educación". La "ciencia de la educación" es la pedagogía que toma investigaciones de esas otras disciplinas para aplicarla específicamente a su objeto, o trabaja en forma sinergística con las mismas en el desarrollo de "su objeto".
Es cierto que la educación genera un individuo "educado" que es artificial desde el punto de vista de la naturaleza. Según este concepto, entre otros, los ingenieros son artistas, pero es muy poco probable que éstos interrumpan su trabajo para dedicarse a esta discusión. Es más, teniendo en cuenta el argumento que la pedagogía sería una ciencia aplicada porque utiliza resultados de investigaciones de otras disciplinas, podríamos entonces afirmar que la física es aplicada porque utiliza resultados de investigaciones matemáticas, y así con todas las otras ciencias fácticas, sobre las que nadie pone en duda su carácter de "básicas".
Las propuestas que se expusieron en el presente trabajo evidencian que la pedagogía tiene elementos importantes para poderla considerar una ciencia, y que para el autor los pretendidos problemas aparentemente planteados desde la epistemología, obedecen a una visión positivista que no representa la realidad. Que no haya unidad en cuanto a la definición del objeto, y sobre la terminología específica, no invalida el carácter "científico" de la pedagogía.
ELABORO: KARINA FABIOLA ESPINOSA ALVAREZ
Referencias:
García Hernández, José Martín, et. Al., Opacidades Pedagógicas. Debate epistemológico, UPN, México, 2009, pp. 129-187.

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