jueves, 19 de agosto de 2010

EDUCACIÓN CRISTIANA Y ALTA ECOLÁSTICA



Resumen elaborado por Karina Fabiola Espinosa Álvarez.

Es interesante revisar la importancia del cristianismo en la pedagogía, como veremos en el siguiente resumen, la doctrina cristiana tenía como objetivos una formación del hombre; es claro que ellos se remitían a cumplir con los postulados espirituales y de fe, pero observamos como la religión mostro algunas de las bases para la educación.

En los preceptos del cristianismo menciona el renacer del hombre que muere para la vida de la carne y revive en el espíritu, y de esta manera, encontrara la verdad, la justicia y el amor.

Según las Epístolas de San Pablo encuentra la alternativa entre la vida según la carne y la vida según el espíritu, entre el antiguo hombre, que es el hombre corpóreo, y el hombre nuevo y espiritual. El primero nace en la comunidad de los cristianos, que es el Cuerpo de Cristo del que los cristianos son los miembros. El cristianismo paulino marca el momento de la identificación del reino de Dios anunciado por Cristo con la comunidad cristiana o Iglesia, tal cual había venido constituyéndose históricamente como resultado de la revelación cristiana.

El cristianismo fomenta la regeneración espiritual por medio de la fraternidad, la caridad y el amor se manifiesta ya claramente en la predicación misma de Jesús recogida en los tres Evangelios sinópticos de San Marcos, San Mateos y San Lucas, con ello se pretende dar el mensaje a los hombres, la renovación que permitirá que se viva dentro de la justicia y el amor. Jesús será el redentor y salvador del mundo un conciliador de de Dios y el Hombre.

Como pudimos revisar en clase; el cristianismo realizo una valiosa aportación a la pedagogía, ya que a partir de sus preceptos se fue formando un ideal pedagógico, es decir se hablo ya de la formación del hombre, para un fin determinado, en este caso era la forma de iniciación cristiana con la cual se pasaba a formar parte de la comunidad de los fieles.

Posteriormente se fundaron escuelas de cultura y de religión, llamadas cenobíticas que se desarrollaron en los monasterios, sobre todo al desintegrarse el sistema escolástico clásico en buena parte de Occidente.

Los conventos empezaron a acoger también niños y jovencitos destinados a la vida monástica, se hizo necesaria una institución escolar, destinadas a preparar en exclusiva a los futuros dirigentes de la Iglesia misma.

El cristianismo edifico una consolidación doctrinal la cual fue capaz de definir la cosmovisión cristiana.
En un principio, la elaboración doctrinal-filosófica se efectúa en auténticas escuelas de catequesis superior, como las que florecieron en Alejandría por obra de Clemente y, en Roma, de Hipólito.

De ese modo, el cristianismo identificó sustancialmente, en un primer periodo, de filosofía y religión, la cual es llamada la patrística. Puesto que los escritores cristianos de la antigüedad que contribuyeron a elaborar doctrinalmente el cristianismo y cuya obra ha sido asumida como propia por la Iglesia; son los padres de la iglesia.

Orígenes elaboró el primer gran sistema de filosofía cristiana, según él, los Apóstoles nos han trasmitido sólo las doctrinas fundamentales del cristianismo, pero no las accesorias; formular estas últimas es tarea del cristiano que ha recibido de Dios la gracia de la ciencia y la palabra.

Posteriormente existieron escuelas, en las que se impartía en paralelo con la doctrina cristiana; gramática, retórica, leyes y medicina esto en algunas de las principales ciudades italianas, a partir del siglo VIII.

Por otro lado la Academia Palatina se convirtió en el centro de la reconstrucción intelectual de Europa. uno de los más grandes centros de la cultura medieval fue la corte del rey Federico II de Sicilia, en la que se encontraron las corrientes de la filosofía árabe y la filosofía cristiana y floreció la primera escuela italiana de poesía.

De este modo se constituyeron escuelas en las instituciones religiosas, es decir, al amparo de los monasterios, las parroquias y las catedrales (o sea, se formaron escuelas monásticas, parroquiales y catedralicias u obispales). No se debe entender que toda parroquia o monasterio tuviese su escuela ni que donde había escuela se diesen cursos completos de instrucción. La instrucción superior se ofrecía en las escuelas de los monasterios y las catedrales. Las escuelas monásticas predominaron hasta el siglo XI.

Sólo una minoría de clérigos frecuentaba las escuelas medievales, pero no por eso puede decirse que el resto de la población quedase sin educar, si bien es verdad que era casi analfabeta. Cada sociedad desarrolla las formas educativas que necesita: la sociedad medieval, de economía pobre, basada en gran parte en el trueque y de estructura política feudal, si por una parte mantenía sencillas formas de aprendizaje para los trabajadores manuales y artesanos, por la otra, en lo tocante a la sociedad de los señores y caballeros, desarrolló formas de tirocinio para la profesión de las armas y reglas de vida “cortés” que se organizaron para constituir la típica educación caballeresca.
Así fue como gradualmente se fue extendiendo la edificación de las escuelas impartiéndoles; distintas disciplinas, algunas impartidas en nuestros días, cambiando los propósitos de la formación según las exigencias del momento socio histórico por el que se plantearon.

Resumen del texto de: ABBAGNANO, Nicola y A. Visalberghi. Historia de la Pedagogía, México, 1968

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